SOBRE LOS ORÍGENES DE LOS NIÑOS ADOPTADOS POR MAGDALENA JUAN
SOBRE LOS ORÍGENES DE LOS NIÑOS ADOPTADOS
Magdalena Juan
Los orígenes son lo más sagrado que existe para todo el mundo. De dónde venimos tiene que ver con quién somos. Esto es crucial para la construcción de la identidad y la pertenencia, especialmente en la adolescencia. Los niños adoptados tienen unos orígenes que no coinciden con la familia adoptiva y por mucho que se quiera negar este hecho, para ellos es fundamental.
Los padres adoptivos que pretenden hacer tabula rasa del pasado del niño, que tratan de que su identidad exista sólo a partir de la fecha en la que llega a la familia adoptiva (algo imposible), que no honran a la familia biológica por haberle dado la vida a ese niño o niña, que no homenajean a su país de origen y su cultura, que no quieren escuchar ningún relato del niño o niña porque lo que van a oír no les gusta -o entran en rivalidad con los padres biológicos.- le están negando a su hijo el derecho a ser quienes son.
Padres, madres o acogedores/as que niegan, minimizan o dicen que son imaginaciones del niño o niña cuando éste cuenta o narra algo traumático del pasado, sin receptividad empática, están impidiendo la sanación de su dolor emocional.
Acceder a cómo el niño se representa lo vivido, cómo lo narra, es fundamental para que además de nuestra receptividad empática le ayudemos en la reconstrucción de su historia con un relato desde una visión resiliente. Acompañarle en su dolor , rescatar los buenos recuerdos de su vida pasada, de su país, de sus olores, música, comidas, paisajes es fundamental para que él pueda integrar en sí mismo esos orígenes que tanto necesita.
Es cierto que muchos niños no quieren hablar de estos orígenes y hay que respetarlo pero haciéndole entender que cuando él decida iniciar ese viaje necesario para construirse como un ser humano completo, nosotros como padres adoptivos, les vamos a acompañar y ayudar en todo lo que necesiten.
El encuentro con la familia biológica es un derecho de los hijos adoptivos, y la obligación de la familia adoptiva es facilitar y no negar esta posibilidad. No se pueden eliminar las piezas de un puzle que siempre estará incompleto sino se posibilita esta necesidad vital de todo niño adoptado. Los padres adoptivos jamás pueden entrar en rivalidad con los padres biológicos porque igual que una madre puede querer a dos hijos, un hijo puede querer a ambas familias, y para él ser absolutamente necesarias las dos.
Hoy en día hay una polémica semántica, ¿cómo llamar a los padres adoptivos?. ¿Adoptantes, padres verdaderos, padres legales?. En mi opinión esta cuestión semántica no anula la realidad, y es que el vínculo lo construyeron con unos padres y con otros aunque este fuera un vinculo destructivo y fue la la crianza a cargo de los padres adoptivos la que permitió en él tener un vínculo seguro necesario para todo niño. Pero el adolescente y el adulto adoptado que quiere completar el vacío de sus vidas tiene derecho a iniciar este viaje sólo ó acompañado por sus padre adoptivos. Esta necesidad estará presente toda la vida y no vale negarla.