SÍNTOMAS ALARMANTES EN LA ADOLESCENCIA POR MAGDALENA JUAN

Hoy en día los padres con hijos adolescentes tienen por delante una ardua labor. La adolescencia es una fase de mutación, es un proceso de metamorfosis física, psíquica y sexual en el ser humano . Los cambios que se producen son tan  rápidos y espectaculares que pillan a los padres desprevenidos y sorprendidos. También hay admiración y orgullo pero impera más la preocupación y la culpa por no saber nunca cómo es la mejor forma de actuar. Los padres de hoy en día, son muy débiles, no se sienten autorizados a pone límites a sus hijos, en el todo vale, es más fácil y crea menos conflicto ser “amigo” del hijo que ejercer de padre. Esta labor es mucho más difícil. 

La mayoría de padres  vive la adolescencia de los hijos con una gran carga de angustia (“¡cuánto se sufre con estos hijos!”), otros en cambio  se acomodan como ya he dicho en una excesiva indulgencia (“¡déjale, ya se le pasará!”).  El conflicto con los  hijos  es inevitable e  ineludible, lo chicos buscan la confrontación abiertamente y de forma desafiante. Es difícil para los padres colocarse en su lugar y soportar las embestidas que reciben. Pero esa es nuestra misión como adultos  ayudar, sostener y acompañarles para que consigan la independencia que tanto necesitan y al mismo tiempo les asusta.

    El adolescente por definición es un sujeto  vulnerable, influenciable y moldeable. En la fantasía, muchos padres imaginan que de esta fase de mutación puede salir un monstruo ó un héroe, en sus cambios brusquísimos, todo es posible. Afortunadamente casi todos salen triunfantes de este periodo, pero también hay muchos chicos/as a partir de los once años, que conocen verdaderos estados depresivos. En estas crisis el joven se opone a todas las normas y leyes, sienten que no se les permite ser persona, ni vivir. No encuentran su lugar en el mundo. Muy al contrario de lo que suelen pensar los padres, estos momentos son de extremada fragilidad y se defienden como pueden, a través de la rebeldía, el negativismo ó la apatía, lo que agrava más su debilidad. No saben pedir ayuda de otra manera, el código a descifrar es extremadamente  difícil para los padres que se sienten perdidos y fracasados en su papel. Llegados a esta situación, realizar una consulta psicológica  es necesaria  para diagnosticar el problema y solucionarlo.

    La frontera entre lo normal y lo patológico en esta etapa tampoco está claramente delimitada. Síntomas muy alarmantes pueden pasar desapercibidos a los padres, y otros menos preocupantes causan una preocupación  innecesaria, cuando en realidad son síntomas de identificación social y personal. Pero una cosa es segura, de cómo salga reforzado en su salud mental  el adolescente dependerá todo su devenir futuro como adulto.  No hay por tanto que tomar a la ligera este momento y pensar que lo que le pasa  es que “está en la edad del pavo”. Los padres pueden y deben ofrecer a su hijo/a todos los recursos a su disposición para que este crezca lo mejor posible dentro de este mundo tan competitivo. No se trata de tener un hijo/a perfecto/a, se trata de que sea feliz. Lo importante es colaborar para crear un adulto creativo y saludable que tenga su propia capacidad de juicio, que sea autónomo, independiente y responsable de su propio proyecto vital. Si lo conseguimos entre todos el objetivo como adultos  estará cumplido. Si no es así, reconozcamos  nuestra  parte de culpa y busquemos soluciones porque como padres, somos nosotros responsables de ellos y no al revés.

 

SINTOMAS ALARMANTES

( Con uno sólo de estos síntomas la consulta con un profesional es  obligatoria porque hay un claro indicio de patología y/o sufrimiento psicológico)

  1. Fracaso escolar. Dificultades y/o abandono en la  Enseñanza Secundaria Obligatoria.
  2. Aislamiento social, por ejemplo preferir la televisión ó el ordenador a salir con amigos.
  3. Conductas violentas ó delictivas: robos, incendiado de coches ó mobiliario urbano, fugas del hogar, peleas callejeras, expulsiones del colegio/instituto. Pertenencia o admiración por grupos violentos y/o marginales.
  4. Consumo de drogas y/o excesivo alcohol los fines de semana. La simple sospecha de que esto pueda estar ocurriendo ya es suficiente para iniciar una consulta.
  5. Embarazos en el caso de las chicas  y la conveniencia o no de aborto.
  6. Si se sienten disconformes con su imagen corporal, comen poco y están muy delgados/as.
  7. Intentos de suicidio.
  8. Exceso de alimentación, o comportamientos alimentarios anárquicos y desproporcionados. Obesidad  excesiva.
  9. Manifestaciones somáticas y/o a parición de enfermedades graves.
  10. Otros: falta de tono vital, pensamientos negativos, preocupación excesiva por la muerte y la enfermedad, ataques de ansiedad camuflados en continuos gritos y estados de irritabilidad injustificados, autolesiones  cortes e intentos de suicidio.

 

SINTOMAS  NO ALARMANTES

( Si no va acompañado de alguno de los anteriores no suponen un riesgo de patología y/o sufrimiento psicológico , los padres pueden consultar para pedir orientación y consejo )

  1. Vestir de forma estrafalaria o provocativa:  cadenas, maquillajes excesivos, pelos teñidos de colores, melenas largas en los chicos ó cabezas rapadas, piercing ó tatuajes.
  2. Desobedecer y llegar tarde a las horas acordadas los fines de semana.
  3. No permitir la entrada de los padres en su habitación. Mantenerla sucia y desordenada. Poco cuidado con su higiene personal
  4. Reunirse con amigos a echar partidas de juegos de rol ó juegos de ordenador violentos .
  5. Conductas manifiestas de homosexualidad y promiscuidad sexual.
  6. Preferir películas fantásticas o de ciencia ficción y juegos de ordenador bélicos en detrimento de la lectura.
  7. Tener amigos que no son del gusto de los padres ó que pertenecen a otro  ambiente cultural y social.
  8. Mostrarse indecisos con respecto a su futuro personal y profesional .